Impronta:  Proceso de aprendizaje que tiene lugar en los animales jóvenes durante un corto periodo de receptividad, como consecuencia del cual aprenden una serie de reacciones estereotipadas frente a un modelo.

Vamos a poner al ser humano dentro del saco de los animales. ¿Os parece? 

Todos tenemos lo que conocemos como automatismos, reacciones ante situaciones que desencadenan un comportamiento determinado. A veces el comportamiento nos gustan y otras veces no. 

A quién no le vienen momentos de nervios, miedo, inseguridad, enfado, pensamientos poco o nada constructivos …? A todos ¿verdad? Pero los demás no sufren el mio. 

Qué hacer cuando aparece el miedo en cualquiera de sus formas

Cuando aparece alguna de estas experiencias dentro de mi me acuerdo de los bonitos mantras que nos mostraron en un curso: 

Pase lo que pase (pensamientos, emociones, comportamientos…): 

1.- Dale la bienvenida: lo normal es querer que aquello que nos molesta, se marche. Pero cómo te sentirías si vas a una fiesta y el anfitrión te dice: “no quiero que estés aquí, marchate! “ Si no te gustaría eso, a lo que ocurre dentro de ti tampoco le gusta. Tu ejerces de anfitrión de tu casa; lo único es que no eliges es quién se apunta a la fiesta; sí que eliges si le das la bienvenida ya que está en tu casa, o quieres que se marche (esto último no funciona).  

2.– Dale las gracias; Contempla que si está ahí, es por y para algo y si no, no estaría. Todo comportamiento, emoción o pensamiento tienen una función y es positiva para nosotros. Ej: el miedo nos preserva, nos avisa; los nervios nos preparan, los pensamientos nos avisan… Aunque no sepas qué sentido tiene, agradece que esté ahí, y agradece que esté ahí cuidando de algo importante para ti.

Y ya está, no es necesario hacer nada más; 

Si no está funcionando, si no estás bien, no le estás dando la bienvenida, todavía quieres que se marche tu invitado.

Contempla que estamos vivos, y mientras estemos vivos un día nos visitará el miedo, otro la alegría, otro la rabia, otro la desesperación y otro la gratitud. Pero tú tan solo eres un anfitrión. Tu función es tan solo dar la bienvenida y acoger. Al fin y al cabo, ya que está ahí, invítale a que se lo pase bien. 

Si no está funcionando, si no estás bien, todavía no has respetado, valorado a tu invitado.

Recuerda, tus emociones, tus pensamientos o tus comportamientos están ahí para una función de protección o de expansión. Aunque no conozcas, haz un acto de fe y valora su presencia. Al fin y al cabo, si no tenemos miedo, el león en la selva se nos come. 

Bueno sí hace falta una cosa: practicar y practicar.

Aceptar, dar la bienvenida…. y honrar, valorar… no siempre  es sencillo…. pero es una manera realmente bonita de relacionarte contigo y tu mundo interior.  

Si no funciona una vez, prueba otra y así hasta que te des cuenta qué te estás dejando o qué está sobrando. 

Nosotros ya sabes, creamos la app de Mypo para que sea sencillo entrenar, practicar y  puedas sentarte, relajarte y dejar que una voz te guíe. Si andas con mucha carga de miedos, inseguridades, nervios etc, con el curso de “manejo de dificultades” le das una buena limpiada a muchas de estas “malas vibras”. 

En cualquier caso, mucho ánimo y que ningún miedo te quite el placer de vivir! 

¡¡Abrazos!!